Efraín Bámaca-López PhD
No me refiero al poemario del gran Ruben Darío, sino al proyecto político “el tiempo de los pueblos” del Consejo del Pueblo Maya de Occidente, también conocido como el libro azul (Consejo del Pueblo Maya, 2015). El horizonte que vislumbra dicho proyecto político se enmarca en la construcción del Estado Plurinacional, donde todos sus ciudadanos se sientan verdaderos actores del presente y futuro, donde se potencialice “[…] una educación cívica, critica y liberadora, con el fin de descolonizar nuestras relaciones y entrar a destruir los cimientos de las violencias, segregaciones y racismo […].” (p. 55). “La plurinacionalidad es una demanda por el reconocimiento de otro concepto de nación […]” (de Sousa Santos, 2010, p. 81).
A diario vivenciamos realidades excluyentes, especialmente a los más pobres y desfavorecidos, en el Estado nacional monocultural a pesar de reconocerse constitucionalmente pluricultural, pero en la práctica tal realidad queda en discurso y papel. Parafraseando a Bakhtin podríamos decir que necesitamos de la construcción social de una Estado polifónico, en donde el Estado este atento a la escucha de esas otras voces excluidas, donde lo dialógico sea el sustento y base en la construcción del Estado Plurinacional, de cara a la verdadera comprensión de lo diferente, representado en el otro. Precisamos ir más allá del diálogo dialéctico.
No aspiramos a “ocupar” el Estado de Guatemala. No queremos administrar el mismo poder autoritario y saqueador; queremos construir nuevas relaciones de poder basadas en la equidad y la libertad entre las personas y los pueblos. Las funciones que concebimos para el Estado son funciones de paz, de justicia, salud, educación y desarrollo plurinacionales, donde se respeten y se practiquen los derechos individuales y colectivos de mayas, mestizos, xincas y garífunas (Consejo del Pueblo Maya, 2015, p. 33).
El proyecto político busca la construcción de una democracia participativa, representativa y plurinacional, con un modelo económico en función de la inclusión y justicia social, tomando como base lo pluricultural de su ciudadanía en el territorio nacional (Consejo del Pueblo Maya, 2015). La utopía nos empuja a seguir caminando, con el objetivo de que “ningún pueblo se debe quedar atrás” (p. 1).
La construcción de un mejor presente es responsabilidad de todos, es ahora “el tiempo de los pueblos” ya que hasta el momento los tiempos han sintonizado a favor de los poderosos que actuando con pacto de corruptos, han hecho de los privilegios la regla, olvidando el bien común y por ende el bienestar de todos los pueblos, de cara a un buen vivir.
Que en la marcha, todos podamos contribuir en la construcción de un Estado Plurinacional, desde la vivencia de los valores de la solidaridad, la complementariedad, la igualdad, el consenso, el equilibrio, la honestidad, el respeto a la vida, la unidad en la diversidad, con base en la consulta a la ciudadanía (pgs. 81-85), con el fin de que “ningún pueblo se debe quedar atrás” (p. 1).
Referencia Bibliográfica
Consejo del Pueblo Maya. (2015). Proyecto político «El tiempo de los Pueblos». San Marcos.
de Sousa Santos, B. de S. (2010). Refundación del Estado en América Latina: perspectivas desde una epistemología del Sur. Lima (Perú): Instituto Internacional de Derecho y Sociedad.