Efraín Bámaca-López PhD
El calendario electoral marca tiempos de propaganda política. Los candidatos acarician nuestras miserias como que fueran propias, reparten esperanza sin fundamento práctico mucho menos epistémico. Alaban tu figura, más aún si pintas de un solo color tu ideología.
Diversos tópicos abundan en el discurso pero la lectura de sus propuestas, poco o casi nada hablan del tema medioambiental. ¡Vaya cosa! Tampoco es sorpresa. En una sociedad donde el consumismo pinta como regla, el confort y el descarte son las máximas, nada se habla de esa forma de entender la política ecológica (ecopolítica), para el territorio nacional.
Nuestras crisis ambientales nacionales requieren de acciones políticas concretas para superarlas. Es necesario tomar decisiones políticas para evitar el secuestro de ríos, mejorar la movilidad humana urbana, tener una mejor calidad de agua y aire, reducir la contaminación visual y auditiva, entre otras muchas cuestiones, con el fin de procurar una mejor calidad de vida a todos los guatemaltecos.
No confundamos las acepciones de problema ecológico con problemas de la ecología (Passmore, 1974), esto último está más enfocado con la ciencia y la tecnología, sus soluciones pueden emanar de la episteme propia de los laboratorios de colegas académicos que con sus investigaciones buscan interpretar y entender determinado fenómeno natural, pero el problema ecológico envuelve variables que vas más allá de lo antes planteado, es una cuestión sociopolítica, de voluntad política, de acción concreta en un plan de gobierno y con determinados plazos de ejecución.
Por naturaleza, toda acción es política y todo discurso también, en estos momentos de propaganda electoral es de urgente necesidad prestar atención a esas propuestas de gobierno central, municipal y legislativo, para saber si la ecopolítica es parte central de su plan de gobierno, al periodo que busca postular.
En tiempos donde la opulencia de unos cuantos convive con la desgracia y miseria de muchos, es urgente escuchar el clamor de la madre tierra, y de tantos que en ella han sido reducidos a nada, encarcelados por defenderla, criminalizados por alzar la voz en defensa del territorio, puesto que se les a quitado el derecho a un alimento sano, acceso a la justicia climática y por ende reducido la capacidad a un desarrollo integral.
Hoy es un tiempo bueno para exigir la inclusión de temas ambientales en las propuestas de los futuros empleados públicos en cargos de gobierno local, central y legislativo.
Referencias bibliográficas
Passmore, John. (1974). Man´s responsibility for nature: Ecological problems and Western Traditions. Nueva York, Charles Scribner´s Sons.