El impacto de las empresas extractivas es fuertemente demostrado que no contribuye al desarrollo del país, tanto por las secuelas al medioambiente y su reducido impacto favorable en la economía, lo cual queda reflejado tanto en la presente investigación como también en los diversos estudios que construyen un estado del arte al respecto.
Responder a la pregunta de investigación que orienta el presente informe, lleva consigo el uso de la metodología participativa a un nivel descriptivo por medio de la técnica de historias de vida. En el presente informe se refleja las serias secuelas a la vida de las mujeres por parte de las empresas extractivas en los territorios del occidente del país.
La vida no vuelve a ser la misma, la presencia de una empresa de corte extractivista en el territorio, afecta el cotidiano y acarrea consigo problemas que van desde la separación familiar hasta la muerte, debido a las protestas que como mujeres empoderadas realizan en contra de la presencia de tales empresas.
En el municipio de Ixtahuacán, departamento de San Marcos, las mujeres han denotado su participación contra la presencia de la mina en el territorio.
Las vidas de las mujeres de la mina Marlín ha sido, quizás, la más violentada entre las minas visitadas. Estas mujeres siguen organizadas en defensa del territorio. Ellas siguen en la lucha a pesar de lo vivido. La mina Marlín ha detenido los trabajos pero no se sabe si volverá a reiniciar labores o no, en las mentes de las mujeres, puede regresar. En todo caso las mujeres de esta región relatan en sus historias de vida que están preparadas para el futuro y no bajarán los brazos en la lucha. Ellas son conscientes de que el futuro es incierto y la mina puede arrancar de nuevo sus labores a pesar de que han cerrado los túneles. A esta lucha se suma la indignación de las comunidades frente a la explotación minera. Las mujeres de la región de San Miguel Ixtahuacán, San Marcos están indignadas por todo lo vivido. En la historia de estas mujeres se escucha la historia de un pasado en el que crecieron jugando, visitando los bosques, sembrando la tierra. Seguramente así fue, pero ellas en sus historias de vida hablan muy poco de esta parte de sus vidas. En la memoria de las mujeres relatoras se deja ver un sentimiento de indignación y dolor por lo vivido. Indignación por el irrespeto a su comunidad. Indignación por la violencia sufrida. Dolor en su corazón. Dolor en el cuerpo agredido. El daño psicológico que estas comunidades han vivido por la extracción minera ha sido impactante. Tanto mujeres como niños, muchos de ellos ahora jóvenes adultos, se lleva en la memoria.
En el fragmento narrado por Crisanta de San Miguel Ixtahuacan, San Marcos, se escucha la historia de lo sucedido a una compañera de lucha pro defensa del territorio. Este es un ejemplo de la violencia padecida por tantas mujeres que salieron de sus casas para defender su territorio.
[…] En 2011 fue una fuerte movilización a mí me duele pero si me duele. Precisamente esta semana me encontré con una compañera… yo estaba enferma es esa ocasión yo no salí en ese momento…en ese momento de bloqueo. [ ¿tenían antimotines?].
No, no la misma gente, esa gente salía en defensa de la mina. Precisamente a una de ellas le abrieron su cabeza con piedra…ella está muy enferma. Según los análisis, los exámenes…gotas de sangre se fueron a su cerebro. Ella dice «este golpe lo obtuve pero en defensa del pueblo» (lagrimas), horrible. Para mi es terrible eso para defender no por un interés personal sino por su territorio. Ella no está bien. Qué sentís ahora le pregunte, estas arrepentida u ella dice: «no, solo me desespero por los dolores que llevo pero yo sé que lo hice por amor a la gente…sigo en pie en la lucha».
A mí me duele mucho. No es fácil tocar el corazón de esas mujeres…es volver a tocar la herida.
(Crisanta, San Miguel Ixtahuacan, San Marcos)
Un territorio que fue dividido, autoridades cooptadas en beneficio de las empresas mineras instaladas en la comunidad, etc. No hay una sola mujer entrevistada que no haya participado en una manifestación en defensa de su territorio. Son mujeres aguerridas, seguras y con conocimiento de sus derechos que no se han quedado cruzadas de brazos.
¡No descansarán! Ellas siguen en la lucha, sea quien sea contra quién deban luchar, todo por la defensa del territorio. Es de subrayar también el apoyo que estas comunidades han recibido de parte de la iglesia católica quien ha luchado a lado de hombres y mujeres en defensa del territorio.
Es importante mencionar que la apuesta a ese concepto de desarrollo emanado de la extracción de los bienes comunes naturales, es algo que seguirá en aumento, razón ante la cual se hace de vital importancia no dejar de lado las campañas que orienten en tal sentido y a la vez procuren la defensa del territorio desde la colectividad tanto femenina como también masculina.