La poca preparación de un Estado colapsado evidenciado por el COVID-19

Los desastres naturales y las pandemias son eventos que tienen en común la poca previsión del mismo y demuestran la forma en que los Estados tienen una prospectiva clara y en pro de su población, lo cual ha quedado demostrado con esta Pandemia que muchos Estados priorizan mantener el status quo donde las oligarquías gobiernan territorios sin pies ni cabeza, en donde es prioridad mantener a flote las empresas de estas elites que la vida de los ciudadanos.

La región centroamericana se ha caracterizado por están en una zona multiamenazas; una complejidad de accidentes geográficos en su territorio y confluencia de placas tectónicas activas, que mantiene un nivel de alta actividad sísmica, erupciones volcánicas y amenazas de origen hidrometeorológico, entre otras, como los incendios forestales, algunas de ellas exacerbadas por el cambio climático (Fernández, 2005). Para el caso de Guatemala estas multiamenzas se ven potenciadas la cooptación del Estado y el nivel de corrupción que se ve en el mismo.

La preparación necesaria para la contingencia de las catástrofes naturales así como las enfermedades, debe estar de la mano por un Estado fuerte que priorice en las poblaciones más vulnerables de su territorio, esto se puede lograr a través de políticas públicas más proactivas así como un estudio de prospectiva para determinar problemáticas y sus posibles soluciones, como lo demostraron países centroamericanos los cuales ya contaban con protocolos de contingencia mientras Guatemala no tenía aun nada preparado, como quedó evidenciado por el Diputado Aldo Dávila al cuestionar al servidores públicos sobre su plan de contingencia.

De manera que se nos presentó un caso donde no existía la consciencia del -riesgo- que presenta el fenómeno y no se lograron hacer las preparaciones del Estado guatemalteco para mitigar los efectos de la pandemia.

Cuando el riesgo no es cuantificable se transforma en incertidumbre. Al tratar problemas complejos, como el de los «desastres naturales», necesariamente aparece la incertidumbre por el incremento proporcional entre el desconocimiento científico sobre la materia, los valores que se están poniendo en juego, lo que se arriesga, en la toma de decisiones y la urgencia en tomar esas decisiones. Funtowicz (como se citó en Natenzon, 1995, p.14)

Las acciones frente a los desastres han atravesado cambios en relación a prevención y mitigación, según (Aneas, 2000) al tener una nueva perspectiva de las regiones donde pueden afectar y entendiendo las interrelaciones establecidas por los Estados. Los desastres se vuelven temáticas a tratar en las regiones y la búsqueda de soluciones toman un camino más técnico entre los sistemas regionales, ya que estos dejan afecciones a la economía mostrando las vulnerabilidades del territorio y la constante tendencia al riesgo.

Los factores que fortalezcan el paso de un evento natural a una catástrofe pueden ser condiciones socioeconómicas, culturales y ambientales las cuales están intrínsecas en la administración del territorio, así como en la gestión de la economía y de la infraestructura (UNISDR y CEPREDENAC, 2014). La vulnerabilidad se visualiza desde la capacidad de resiliencia de los países a los desastres naturales, en Centroamérica una de las limitantes es el factor socioeconómico, el cual hace difícil la recuperación de los países, factores como la corrupción y la poca inversión pública hacen que se acreciente la brecha de la vulnerabilidad.

El caso de Guatemala, las preparaciones que hicieron los políticos para esta catástrofe llamada COVID-19, fue hacer las preparaciones para mantener su hegemonía, golpear la economía de los pequeños empresarios así como de las comunidades, saquear el heraldo público, dejando una deuda publica enorme y forzando a la población a pagar servicio básicos sin tomar en cuenta que el país esta deteniendo en un toque de queda, de manera que al salir del toque de queda y tratar de volver a reactivar la economía, los sectores más pobres y vulnerables son los que más van a sentir estas decisiones poco favorables a la población.

Autor: Programa de Investigación Socioambiental

Fotografía: Redes Sociales

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